Manifiesto con motivo del Día Mundial de la Toma de Conciencia sobre el Abuso y el Maltrato a las personas mayores
En este Día Mundial de la Presa de Conciencia sobre el Abuso y el Maltrato a las Personas Grandes, desde el Consejo de la Gente mayor de Cataluña, reafirmamos nuestro compromiso para continuar luchando y para concienciar y sensibilizar la sociedad en la protección y el respecto de los derechos de las personas grandes. La vida transcurre por varias etapas: infancia, juventud, edad adulta y vejez. Todo el mundo que complete el ciclo vital será grande algún día. Una sociedad justa y cohesionada tiene que ser solidaria y garantizar a todo el mundo el apoyo necesario para superar los momentos de vulnerabilidad en cualquier etapa de la vida, también en la vejez. El maltrato a la gente mayor es una violación de los derechos humanos que a menudo pasa desapercibida y se silencia. Por esta razón, basura un llamamiento a la sociedad y a las instituciones para que actúen y pongan fin a esta lacra. El maltrato a las personas grandes se manifiesta de maneras diferentes, desde la violencia física y emocional hasta la negligencia y la explotación financiera. Las mujeres grandes son las que más reciben este tipo de maltrato por el hecho de ser mujeres y de ser grandes. El maltrato no solo roba la dignidad y la autonomía a quien lo sufre, sino que también erosiona los cimientos de nuestra sociedad. Ningún maltrato no es justificable ni tolerable. Nosotros, como personas grandes, nos levantamos contra esta injusticia y reconocemos que el maltrato a la gente mayor es un problema global que requiere una respuesta colectiva urgente. Hay que trabajar en la defensa de los derechos y la dignidad de las personas grandes. Hay que educar la sociedad para que detecte los signos de maltrato y promover políticas y prácticas que garanticen la protección y el respecto de los derechos de las personas en todas las etapas de la vida. Las personas grandes tenemos que poder vivir con dignidad y seguridad, libras de cualquier explotación económica y maltrato físico o psíquico, y recibir un tratamiento digno sin discriminación por razón de edad, género, etnia, discapacidad, situación económica u otra condición.
Por eso exigimos:
-Dignidad y respeto: todo el mundo, independientemente de la edad, tiene derecho a vivir con dignidad y respeto. No toleraremos ninguna forma de maltrato físico, psicológico, económico o institucional a las personas grandes.
-Reconocimiento y sensibilización: instamos las administraciones públicas a reconocer el maltrato a las personas grandes como un problema de derechos humanos y a aumentar la sensibilización sobre esta cuestión. Solo con la conciencia pública y el reconocimiento del problema podremos abordarlo adecuadamente.
-Prevención: pedimos más programas de prevención para erradicar el maltrato a la gente mayor a todos los niveles, incluyendo la identificación precoz, el establecimiento de protocolos de actuación y la promoción de los derechos y el bienestar de las personas grandes.
-Intervención, apoyo y recursos: reclamamos una intervención efectiva de las administraciones públicas ante las situaciones de abuso o de maltrato a la gente mayor. Exigimos el acceso a los apoyos y recursos adecuados para las personas grandes que han sido maltratadas, incluyendo el apoyo emocional, el asesoramiento legal, los servicios de salud y las alternativas de alojamiento seguro. Nadie tiene que vivir ninguna situación de maltrato.
-Responsabilidad y justicia: instamos las administraciones públicas a asumir su responsabilidad en la protección de la gente mayor y a tomar medidas para prevenir, investigar y sancionar los casos de maltrato. La impunidad no tiene que tener cabida en la lucha contra esta injusticia.